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ACUAPONÍA Dar el paso: animarse a empezar -Parte 2-

Sabemos que el primer paso siempre es el más difícil. Por eso hoy continuamos con la entrega de ésta nota que busca acompañarte y ayudarte ante la complejidad de empezar algo nuevo. Recordemos la secuencia de tareas propuesta en la nota anterior:


1. Infórmate y capacítate.

2. Formula tu plan de negocios.

3. Diseña tus instalaciones y su operación.

4. Construye tu establecimiento.

5. Inicia el sistema.

6. Produce y vende.

7. ¡Crece!


Las primeras tres ya las hemos analizado; continuemos....



Cuarto: A construir.

“¡Sí, podemos!”, como dice Bob el constructor. Ponte el casco y empieza a edificar las instalaciones que has diseñado en el paso anterior. Calcula los tiempos de construcción y divide el proyecto en etapas intermedias. El cronograma de obra te ayudará a verificar los avances y corregir eventuales desvíos.

Alternativamente, si tu fuerte no es la construcción, puedes comprar dispositivos o instalaciones “llave en mano”. Aún en este caso, los pasos 1, 2 y 3 te resultarán sumamente valiosos, pues te permitirán elegir correctamente la propuesta que mejor se adapte a tus propósitos. Ten cuidado, solemos recibir alumnos que han sido estafados por vendedores inescrupulosos.


Quinto: Iniciando el sistema.

Enciende la bomba de recirculación y arroja una pequeña cantidad de alimento al agua. Controla el amoníaco disuelto en el agua…. En unas dos a cuatro semanas verificarás que se reducirá significativamente el amoníaco y aumentarán los nitritos y los nitratos. Significa que tus bacterias autótrofas ya están listas, y que ha llegado el momento de incorporar los peces y las plantas de hoja (ej. lechugas) en tu sistema acuapónico.


Sexto: Operar, controlar y corregir.

Durante esta etapa controla la forma en que alimentas, constituye tu principal costo operativo y cualquier desperdicio te dolerá en el bolsillo. Guíate mediante la tabla de crecimiento. El fabricante del alimento probablemente esté dispuesto a asesorarte.

Una vez que tu biodigestor anaeróbico complete el primer ciclo podrás incorporar las plantas de fruto al sistema (ej. tomates). En esta etapa deberás realizar las biometrías y clasificaciones por tamaño y peso. Selecciona la cabeza, cuerpo y cola de lote, ganarás en eficiencia en tu producción.

Cuida siempre la higiene de tus instalaciones. Por ejemplo, no introduzcas redes de un tanque en otro pues podrías trasladar patologías sin darte cuenta. Un consejo: higieniza tu calzado al ingresar al sector de los tanques.

Recuerda: la calidad del agua determina la salud de tu negocio. Controla y anticípate a los problemas. Para esto resulta de especial valor la medición del potencial redox mediante un ORP. Si comprendes cómo funciona el sistema, cada indicador de la calidad del agua te estará anunciando cómo funciona cada dispositivo. Cuando encuentres un desvío en los valores sabrás entender rápidamente dónde está el problema y corregirlo. Para que entiendas a qué me refiero, te dejo una pregunta a modo de ejercicio: si ves espuma en la superficie del agua, ¿qué dispositivo está fallando y qué debes hacer?


Séptimo: ¡A crecer!

El pez grande se come al más chico. Esto mismo ocurre entre las empresas. Si quieres formar parte de una industria competitiva deberás crecer para sobrevivir. ¿Cómo puedes hacerlo? Existen distintas estrategias. Puedes especializarte y ganar volumen, reduciendo costos y mejorando tu precio para el consumidor (¡bajándolo!). O bien puedes diversificar incorporando otras especies. Por ejemplo, puedes producir especies exóticas de mayor precio en tu zona (aunque probablemente debas resolver no pocos desafíos operativos). Puedes incorporar nuevas actividades que antes delegabas en proveedores, como por ejemplo fabricar tu propio alimento, reproducir tus peces, etc. Puedes agregar valor a tu producción, por ejemplo, preparando conservas de pescado, ahumados, curtiendo las pieles, abriendo un restaurant en tu establecimiento, entre muchas opciones. Conceptualmente, para crecer debes buscar ir más allá de tus posibilidades presentes, y para ello precisarás recursos. Esos recursos funcionarán como palancas, es decir aumentarán tus fuerzas. Pueden ser palancas financieras, como un préstamo o el aporte de capital de un socio. Las palancas pueden ser relaciones que te ayuden a difundir tus productos, o bien puede tratarse del trabajo e ideas de colaboradores. En resumen, debes generar valor. Entiende las necesidades de tus consumidores, busca satisfacerlas mejor, antes que otro lo haga ocupando tu lugar, y utiliza las palancas que se encuentran a tu alrededor.



Alejandro de Marval

Docente de la Escuela de Acuicultura Productor Acuícola

info@productoracuicola.com.ar

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