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Carla Linardi

¿Es negocio? Haciendo números rápidos




Recibimos usualmente inquietudes similares por parte de alumnos e inversionistas interesados en la producción acuícola: “el precio de tal o cual pescado está por las nubes, ¿vale la pena producirlo?"

Sin perjuicio de lo que solemos predicar en cuanto a la necesidad de desarrollar un sólido plan de negocios antes de emprender, en estas breves líneas explicaremos un procedimiento simple y rápido para determinar “prima facie”, si estamos o no frente a un buen negocio que justifique encarar un análisis más exhaustivo.

Diversos estudios publicados sobre la rentabilidad de sistemas de producción piscícola intensivos, tanto RAS como net pen, coinciden en señalar que el alimento constituye aproximadamente la mitad de los costos operativos, tanto fijos como variables, sin incluir costos financieros. Tomando este dato como benchmark válido para nuestro análisis simplificado, el primer paso consiste en averiguar dos datos:

1. Qué precio pagaremos por el alimento de la especie que tengamos interés en cultivar;

2. Cuál es la tasa de conversión correspondiente a su calidad (food conversión rate o FCR).

En tus cuentas recuerda emplear valores sin el IVA. El PVP (precio de venta al público) suele expresarse en forma integrada con este impuesto así que deberás descontarlo. Como esta nota puede ser leída por emprendedores de diversos países, aclaro que IVA significa Impuesto al Valor Agregado. Según el país recibe distintas denominaciones como por ejemplo VAT (value-added tax), GST (goods and services tax), entre otros. En Argentina equivale al 21% del precio final. De acuerdo al volumen de tu emprendimiento, averigua si puedes comprar el alimento al por mayor, pues los precios serán mucho más convenientes que abasteciéndote en un comercio minorista.

Recuerda que el precio del alimento varía según su formulación, siendo la proteína el componente más caro. Las dietas para especies carnívoras como las truchas requieren mayor contenido proteico, idealmente en harina de pescado. Ello redunda en un mayor costo que se traduce en un precio superior al de dietas para peces omnívoros o herbívoros. Un alimento de mejor calidad, si bien tiene un mayor precio, usualmente ofrece como ventaja una mejor conversión en crecimiento. Es decir, ofrecerá una mejor FCR.

Veamos un ejemplo. Para facilitar las cuentas supongamos que el precio de un kilogramo de alimento asciende a $1210.-

El valor neto de IVA del 21% se obtiene dividiendo el precio por 1,21, de ese modo:

• Precio neto de IVA de 1 kg de alimento = $1210 / 1,21 = $1000.

Supongamos que nuestro alimento tiene una calidad intermedia y su FCR es de 1,5:1. Esto significa que debemos aportar 1,5 kg de alimento para obtener 1 kg de pescado cultivado.

Para criar un pez de 1 kg precisamos entonces invertir el siguiente importe en alimento:

• Inversión en alimento para producir 1 kg de pez = $1000 * 1,5 = $1500

Como señala el benchmark que mencionamos líneas arriba, el alimento constituye la mitad de los costos operativos. De este modo, la totalidad del costo operativo por cada kilogramo de pez cultivado se calcula del siguiente modo:

• Costo operativo por cada kg de pez cultivado = $1500 / 50% = $3000

Compara este costo con el precio de venta y al restarlos obtendrás la contribución marginal por cada kilogramo de pescado. Recuerda que esta contribución multiplicada por el volumen de producción de cada período (ej. año) conforma el dinero que dispondrás para recuperar tu inversión en instalaciones productivas, pagar intereses, impuestos y obtener tu utilidad. Desde luego, a mayor densidad más provecho sacarás de tus instalaciones. Determinar la densidad y el volumen de producción requieren cálculos que dejaremos para otra publicación.

Por favor no confundas el precio del pescado entero con el precio del filet. Este último implica una merma importante que el productor añade al precio. Encontrarás en otra nota cómo realizar este cálculo.

Importante: debes considerar el precio al cual vas a vender tu producción. No debes confundir el precio de la pescadería, es decir el precio al consumidor, con el precio al que venderás tu producción. Para empezar, como ya señalamos el PVP (precio de venta al público) incluye el IVA. Además, el PVP incluye el margen del comerciante minorista. El precio de la pescadería sólo te servirá de referencia válida si planeas vender toda tu producción al consumidor final. Una cadena comercial puede contener diversos eslabones. Usualmente incluye al productor, un mayorista y un minorista antes de llegar al consumidor final. Cada eslabón de la cadena añade su margen al precio encareciéndolo. Considera cuál será tu estrategia de distribución a la hora de determinar el precio de venta que utilizarás en tus cuentas.

A continuación, puedes armar un pequeño flujo de caja y determinar algunos indicadores financieros tentativos para tu proyecto, tales como el VAN, la TIR o el período de repago. Hallarás notas donde hablamos sobre el tema.

Por último, considera que al ingreso generado por la producción de peces puedes añadir las ventas de vegetales y / o bioles propios de un sistema acuapónico.

Espero que esta información te resulte útil, recuerda que estamos a disposición para ayudarte en tus proyectos acuícolas. Será un gusto saber de tus progresos.

Podrás aprender estos y muchos contenidos más en la Diplomatura en Acuaponía que brinda la Escuela de Acuicultura Productor Acuícola.

Alejandro de Marval

Docente de la Escuela de Acuicultura Productor Acuícola 

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