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Biodigestión: convirtiendo problemas en oportunidades II

La semana pasada hicimos hincapié en la importancia de observar a la naturaleza para comenzar a incorporar una economía circular a los sistemas productivos, que nos permita producir de manera eficiente y sin desperdicios que impacten en el medio ambiente, ni en el bolsillo del emprendedor, ni en el valor del producto final que paga el consumidor. Retomemos desde alli…

En lugar de acumular desechos y generar diversos problemas tanto ambientales como legales, el productor puede incorporar un biodigestor en su establecimiento y de este modo transformar un problema en una oportunidad.

Existen diversos tipos de biodigestores, según sus fines. Estos pueden ser estancos o secuenciales, de alimentación por lote (“batch”) o continua, y en su confección se utilizan distintos materiales y dispositivos. En líneas generales, todos los biodigestores incluyen boca de alimentación, cámara de biodigestión, dispositivos de seguridad y boca de salida para el biogás y los efluentes. Para su dimensionamiento deberá tenerse en cuenta varios aspectos que influyen a las bacterias.

Tanto el biol como el biosol son fertilizantes orgánicos, añadiendo valor al cultivo vegetal en el que se apliquen. Existen diversos trabajos que analizan el potencial nutritivo de los bioles conforme el sustrato biodigerido. El cultivo de determinadas plantas en estos lixiviados permite completar el tratamiento del efluente requerido por las normas ambientales, generando al mismo tiempo forraje rico en proteínas.

El biogás es una fuente renovable de energía que puede aprovecharse mediante generadores eléctricos o quemándolo para la cocción de alimentos o la calefacción del hogar. Resulta incluso posible separar el dióxido de carbono del metano, dando usos productivos distintos a cada uno.

Los subproductos de dicha biodigestión pueden ser aprovechados en un planteo mixto de producción dentro del mismo establecimiento, o bien, ser comercializados para el uso por parte de otros productores.

Recuperamos de este modo la inversión en la fracción del balanceado que el animal es incapaz de digerir y por ende lo excreta. Lo mismo es válido para el productor agrícola, quien gracias a la biodigestión puede recuperar económicamente la biomasa vegetal que no resulta comercializable, reduciendo sus costos de agroquímicos. Eliminamos también los costos originados en multas y litigios. Y elevamos la reputación de nuestros establecimientos y de la actividad productiva en su conjunto, como un eslabón activo en el recupero de la sustentabilidad ambiental para el goce de las futuras generaciones.


Les dejamos un video donde el Alumno Egresado Axel Javier Hernandez, nos cuenta su experiencia al incorporar la Biodigestión que estudió en el Diplomado Internacional de "Economía Circular: Acuicultura con Acuaponía".


Alejandro de Marval

Docente de la Escuela de Acuicultura Productor Acuícola

info@productoracuicola.com.ar

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